El tiempo corre,
indiferente a con qué paso
camine cada cual,
y nos adelanta.
-"¿Dónde estabas
cuando pasé de largo ante tí?",
queda su grave voz
impregnando el aire.
-"Buscando orientarme
en los ojos de mi amada",
contestó el ciego
de querencia.
-"Allí no me encontrarás,
pues no resido
en una mirada que se pierde
de dos en dos".
-¿Cómo, entonces, te encontraré,
si ignoro tu ruta
y qué vestimenta llevarás
en cada ocasión?
-“Mi itinerario está en tus ojos.
siempre ha sido así:
si sabes mirar, me encontrarás;
si no, te encontraré yo.”
Este poema pertenece al poemario número 22 Amiga Muerte, y en concreto está situado dentro de su parte He envejecido.
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