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viernes, 20 de agosto de 2021

MARAM AL NASRI

 

Maram Al Nasri es una de las poetisas árabes que están detrás de mi libro La piel de todos los besos y quizás también de todo lo que desde entonces pueda escribir. Otras son Joumana Haddad y Souzanne Alaywan. De ella, Luis Alberto de Cuenca ha dicho lo siguiente:

“La poesía de Maram Al-Masri es engañosamente sencilla… Puede parecer de fácil acceso a cualquier tipo de lector, pero muy pocos son capaces de penetrar en el tejido sutilísimo de la tradición que subyace a cada verso de Maram, donde confluyen la tradición poética de la poesía árabe de raíces preislámicas, tan ligada al eterno tema del amor, con sus inevitables derivaciones a la sensualidad y al erotismo, y la tradición lírica de la modernidad europea, que busca en la irracionalidad y en el sueño la razón de ser de lo humano”.

De Maram son estos versos:

Mi boca
llena de palabras estancadas
es una prisión de tempestades
acalladas

mi boca
es los cantos de Istar
y los relatos de Sherezade

mi boca
es un silenciado
gemido de protesta
la desbordante
fuente de los gozos
las noticias que mandan
el corazón
y el cuerpo.

Su trayectoria, que empieza respondiendo a las palabras de Luis Alberto de Cuenca, termina -por lo pronto- produciendo un libro radicalmente distinto. El amor, el viejo tema del amor de la poesía árabe preislámica y de toda sentir humano, está presente o mejor dicho está ausente, dolorosamente ausente en su obra Almas con piés descalzos.


Esta obra es casi una colección defichas policiales en las que describe tan genial como crudamente la situación en que viven muchas mujeres islámicas, un buen número de las así recopiladas en Francia: desamor. Y esta es la palabra más dulce y tal vez engañosa
 con que puede describirse esa situación.



domingo, 15 de agosto de 2021

SOLILOQUIOS

 

 Bajo esta foto del Paseo Marítimo de gijón (¡cuántos buenos recuerdos tengo de Asturias!), recupera los dos soliloquios que formaron parte de mi primer poemario, Mirando adentro.

1

¿A dónde te diriges mi vida

con tan triste talante?.

Ni tienes el hálito de la alegría

impreso en tus modales,

ni la tristeza recorre a raudales

cada uno de tus días.

 

 2

Al Alcance de mi mano he tenido

todo un mundo de ilusiones,

como en tantas ocasiones perdido

entre mis vanos temores, y lo he dejado pasar

¡cuánto lo he de lamentar!.



lunes, 2 de agosto de 2021

UN TROZO DE NADA

 

Este es un cuadro de mi querida amiga Maribel Sánchez Majano, de la que ya he compartido algún otro y tengo intención de seguir haciéndolo así.

Lo he escogido por las sensaciones que me produce. Por una parte, de inclusión, por ese violín que también tiene algo de piano; pero por otra, de que es algo incompleto, algo que al no haber llegado todavía a ser, parece quedarse en nada.

Nada...por esta razón he elegido este cuadro para este poema, escrito en un tiempo en el que yo también me sentía así, alguien que aún no ha llegado a ser (lo que debe ser) y que se siente nada... 

La noche había caído mansamente.
Mientras las arenas
registraban en grano fino
el contorno de mis ilusiones,
el ronroneo de las olas
soltaba las amarras
que me sujetaban a puerto
y las estrellas lanzaban sus escalas
invitándome a visitarlas.
 
Las mareas tiraron de mí
y, como un tronco sobre las aguas,
me llevaron mar adentro,
hasta un punto
donde se acaba su fuerza
pero no comienza la opuesta,
y ahí me dejaron,
flotando
en una zona sin nombre
que, estando a mitad de camino,
no está en ninguna parte,
sino que está donde no hay fronteras
distintas a las propias lindes,
ni hay direcciones
que no sean el propio sentido.
En ese trozo de nada
de dónde sólo sale la propia voluntad,
mis ojos se abrieron
y no quise ver lo que allí había;
pero mis labios no se movieron
y el ímpetu de mi deseo
no halló cauce propicio
para dejar de ser un trozo de nada...

este poema,. titulado Un trozo de nada,  pertenece a mi poemario número diez, Cuatro paisajes y otros poemas, escrito en los meses de abril y mayo del año 2002.


 


 

Don Luis de Góngora y Argote

  Dentro del siglo de Oro de la literatura española, quizás sea Góngora el más dejado de laado o incluso desconocido. la Generación del 27 l...