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lunes, 28 de marzo de 2022

TÁCTICA Y ESTRATEGIA

 

El tema principal de Carros de fuego, una música inolvidable, sirve perfectamente para hablar de ajedrez y del sentido de la táctica y de la estrategia. Porque la primera te dice cómo hacer cuando hay algo que hacer y la segunda cómo hacer cuando no hay nada que hacer, y esto es aplicable al ajedrez, al fútbol, a la vida...

Y una mañana, mi compañera Mara me dejó un libro de Mario Benedetti, la antología El amor, las mujeres y la vida, y entre sus muchos poemas me llamó poderosamente la atención el titulado táctica y estrategia, al que pertenecen esos dos versos tabulados. Y, en un abrir y cerrar de ojos, estaba escrito este poema que lleva el mismo título.



Dispuesto el tablero
sobre el que discurre
el vaivén de la vida,
coloreados los escaques
que le dan sentido
a nuestros movimientos
y desarrolladas por cada uno
miradas, gestos y palabras,
               no sé cómo         ni sé
               con qué pretexto
mi táctica es
ganarte cada lance.
 
Concluida cada celada
de nuestra existencia,
levantadas, ordenadas
e ilesas las piezas,
satisfechos los deseos
por encima de cada lucha,
por debajo del amor,
               no sé cómo         ni sé
               con qué pretexto
mi estrategia es
que ganes el juego.


Dedidcado a Nenin, una gran estratega del juego.

sábado, 26 de marzo de 2022

CÁLIDA ESPERANZA,


 En el año 2008 participé en otra antología poética, ésta del Centro de Estudios Poéticos, y en su página 116 puede verse uno de mis poemas pertenecientes a mi cuarto poemario, Entresijos de la memoria, y debajo del mismo una breve nota biográfica.

El poema en cuestión es el soneto Cascada concertante, que forma parte de una serie de cuatro sonetos dedicados al Parque Oromana, en Alcalá de Guadaíra, y es el que sigue:


El leve rumor de las aguas sobre las rocas
preparándose para dar su salto al vacío,
ajenas a las voraces y resecas bocas
que buscaban saciar sus calores del estío,
me recordaba un adaggio de finito amor,
cuando, en la tribuna de tan dulce cascada,
me sentaba buscando el deleite del frescor
de su somnolienta transparencia desangrada...
A recordar cuántas fuentes había, no acierto,
ni cuántos días umbríos por allí pasé;
pero los asonados gemidos del concierto
silvestre para cuatro manos si que recuerdo,
de algunas veces que aquellos caminos bajé
buscando la compañía del río más cuerdo.


jueves, 17 de marzo de 2022

COMPROMISO Y OFRENDA: INTRODUCCIÓN

 

El libro  Compromiso y Ofrenda está actualmetne en fase de edición con la intención de que a principios de abril esté en la calle. En este título recojo mi experiencia espiritual con cuatro poemarios completos y otros cuatro parciales. más algunos poemas sueltos.

Lo que prosigue es una parte de la introducción que abre esta obra.


El libro que tiene usted entre las manos es la fusión de unos poemarios escritos hace tiempo, no sabría precisar cuánto en casi ninguno de ellos, y algunas partes de otros. Todos ellos eran trabajos cortos, en los cuales vertía la vivencia de ese momento sin pretender llegar más lejos de mi mera experiencia.
Y de eso sigue tratando este libro: del compromiso con mis valores y creencias y de la ofrenda que hice con ellos, algo que hoy siento la necesidad de explicar más en detalle.

 Si en La piel de todos los besos versifiqué acerca del amor, principalmente del humano, si en Jirones de niebla miré cara a cara mi realidad interior, en este nuevo libro busco e indago acerca de algo que siento superior a mí mismo.

 Porque, necesariamente, tiene que haber algo superior al ser humano.

  Si alguien no comparte esta afirmación, que les pregunte a los vecinos del Cumbre Vieja si lo hay, o a los que han sufrido algún tsunami, terremoto, incendio, inundación… O una revuelta social, una crisis económica, política…O a los científicos que prevén el fin de la tierra, del sistema solar o del mismo universo.

 Siempre hay algo superior a mí, por mucho que mi ego se empeñe en olvidarlo o en desmentirlo. Y es en esta realidad de insuficiencia humana donde surge la inquietud religiosa.

 Uso este término, religión, en su doble propuesta etimológica: una, del latín re-legere, volver a leer, como la reflexión y meditación continuada y repetida sobre algún texto sagrado (que cada lector señale el suyo), de modo que vierta luz sobre algún asunto divino, humano o del común vivir; otra, también del latín, re-ligare, volver a unir, como el proceso por el cual nuestra parte conocida, visible y aparente, llamémosla sustancia, carácter, personalidad, ego o como cada cual prefiera, se une con la trascendente, llamémosla esencia, roca del ser, alma, espíritu, humanidad, Dios, o como cada cual prefiera.

 Está igualmente fuera de toda duda  que tenemos una parte perceptible, sensoria  y  conocida, como lo es nuestro cuerpo, y otra  superior, transcendente  y menos conocida, como es nuestra mente (salvo que  nos empeñemos en que todo lo trascendental se reduzca a meras reacciones de la química orgánica en el cerebro, dejando la prueba, en contra de la praxis científica más ortodoxa, para  dentro de cuánto tiempo sea preciso para probarlo o para que cambie la hipótesis a demostrar), las cuales mediante ciertos procesos pueden irse acercando.

 Pues bien, la religión es el camino individual que cada cual sigue para reunificarse consigo mismo, con la humanidad o con Dios, convirtiéndose como resultado en un ser más íntegro, útil y feliz; y es sobre esa parte inefable, sea lo que sea, llámese como se llame, sobre lo que en este libro me detengo a escribir sopesando mis meditaciones, vivencias y limitaciones, por muy pobres que hayan sido y sigan siendo sus evidencias.





jueves, 3 de marzo de 2022

EL PESO DE UN BESO


Hay algunos poemas que parecen permanecer fuera +del tiempo. ¿Cuándo los escribí y por qué motivo? Este es uno de ellos. Se titula El peso de un beso.


¿Sabrías tú decirme cuánto pesa
un beso?
Si no es de tus labios,
aún menos que la nube más ligera;
ni un breve momento
de rapto.
 
Pero si es tu boca la que me besa,
no hay tiempo
capaz de abarcarlo,
ni medidas que suficientes sean
para en un deseo
dejarlo.

 

Don Luis de Góngora y Argote

  Dentro del siglo de Oro de la literatura española, quizás sea Góngora el más dejado de laado o incluso desconocido. la Generación del 27 l...