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sábado, 30 de enero de 2021

A ASTURIAS


 Uno de esos viajes que tan vivamente me impresionaron fue el que hicimos a Asturias, una tierra llena de colores y de matices y con todos estos recuerdos doy comienzo a una serie de entradas dedicadas a esos sitios maravillosos de los que he podido disfrutar durante esos viajes.

A Asturias en mi poemario número 22 y lo escribí en el otoño del 2009, tras una semana recorriendo sitios tan hermosos como Oviedo, Gijón, Luarca, Cudillero, Avilés, Cangas de Onís, el Parque Nacional de los Picos de Europa, etc.

Y en cualquier sitio, como mientras tomaba un café, o en cualquier momento perdido, escribía algunos versos sobre lo que estaba viviendo. Y después, ya de  regreso a casa, los revisé, corregí y añadí nuevos temas. 


Son muchas las poblaciones donde te puedes encontrar, como en la foto situada junto a estas líneas, las casas pegadas al mar,  ¡hasta tal punto su economía y su vida dependían de él!

Oviedo, la capital del Principado, situada tierra adentro, es una ciudad que tanto me gustó que haría en ella una parada bien larga, quizás la más larga de mi vida. encontrarme por aquí y por allí estaturas negras de sus personajes populares me maravilló y alguna que otra foto me hice junto a ellos; y les dediqué también algunos poemas.

Pero vayamos por partes. Comienza el poemario con dos temas generales; Asturias y Asturias negra, tras los cuales viene Oviedo, con un total de 8 poemas bajo ese título, los cuatro primeros dan entrada a la temática ovetense y los cuatro restantes recuerdan cuatro de esas estatuas; y después, sin salir de Oviedo y siguiendo con estos personajes inmortalizados en sus calles y plazas, La sonrisa de la lechera, que consta de tres.

Del primer grupo, les dejo las número cinco y ocho.

Cerca de Campoamor,
vive la Pensadora.
sentada a pleno sol,
Se pasa horas y horas;
no le importa si llueve
o si de noche se hace,
que ella sigue siempre
sentada en plena calle.
¿En que estará pensando
que nada la distrae
ni aunque pase a su lado,
buscando ideas, Woody Allen?


Lectora caminante
que vive repasando
las páginas con arte
de los libro pausados
que lee a todas las horas,
compartiendo quehaceres,
la aplicada lectora
de Unamuno y de Verne.




A Luarca le hice dos temas. El primero a ese cementerio que tiene en ese tajo con que la tierra termina junto al mar, recogido en la foto junto a estas líneas, y el segundo a ese puente inmortalizado con una leyenda, El puente del beso, con el que cierro esta entrada:

¡Qué largo se os hizo cruzar el puente
y qué corto vuestro beso,
que llenó de susurros todo el puente
para tomaros presos!

¡Ay, princesa de tierras asturianas
que aguardaste paciente
sin reparar en cortejos ni galas,
tomar al delincuente
y hacerle en las celdas del torreón preso
sin pagarle ni un beso!

¡Ay, temido pirata de alta mar,
vencedor de soldados,
tan preso fuiste de su gran beldad
que caíste enamorado
sin que te hubiera dado en su pañuelo
siquiera un solo beso!

¡Ay, dolor de mi amor, por mi robaste
al guarda del torreón
la solitaria cadena de llaves
que da vida al amor;
corramos juntos y libres al puerto,
pero antes dame un beso!

¡Ay, amor de mi dolor, a ti me entrego
en medio de esta huida,
en tus brazos me entrego con un beso
que de alas a mi vida,
con un beso que inmortalice al puente
do tuya quiero hacerme!

¡Qué largo se os hizo cruzar el puente
y qué corto vuestro beso,
se llenó de soldados todo el puente
para tomaros presos,
ay, el beso que da alas a la vida
Quedó en mortal herida!

sábado, 23 de enero de 2021

PASADOS DE MI VIDA MENOS DÍAS QUE NOCHES

 


Hoy quiero y necesito dedicarle esta entrada a mi madre.  Con los dos primeros versos del poema situado más abajo como título, repaso una relación llena de claroscuros y matices, que ha ido discurriendo desde la lejanía hasta la tierna cercanía de la que hoy gozamos.

Pasados de mi vida
menos días que noches,
bajo, del mismo sol, la luz sombría
en que he convertido mis emociones,
a estas pobres alturas peñascosas
por las que me empeño en trazar mi senda,
-rocas que ocultan rocas,
tropiezos que me esperan-,
hora es de mirar atrás en mi vida
y tomar jugo de mi reflexión:
no es solo un álbum de fotografías
lo que hay en mi zurrón,
es mucho más y debo rescatarlo
si quiero que esta vida
hoy me sirva para algo
y que un mañana al presente le siga...

Este poema e el inicial o temático de mi poemario número 21 titulado A esta altura de la vida, escrito en 2009 ó 2010, y que consta, tras esta apertura, de tres partes: la primera, A mi madre; la segunda le da su nombre al poemario y la tercera, Mi agradecimiento.

la primera parte comienza con un poema breve, siendo el resto de la misma como su continuación, paso a copiarlo:

¿Quién me devolverá
lo que no pude vivir,
quién me rescatará
de las sombras que absorbí?

los últimos versos que le he escrito y muy recientes, ya fuera de este libro, son los siguientes:

Algunas veces me duele la vida
por lo mucho que  invertí en depreciarla.
Madre, en esta larga noche
que ni tiene puertas ni ventanas
y por la que discurre el tren de mis años,
quiero  rescatarte de ese  gris silencio
con que se viste el olvido
de los besos, los abrazos
y las llamadas que no nos hicimos
para felicitarnos en los días gozosos
o para acompañarnos en los aciagos…
Hoy me duele esa vida,
por toda la sangre con que escribí
tantos renglones de infantil rencor,
tanta culpa y tantos miedos
sobre el papel de la ignorancia;
hoy quiero recordar y perdonar,
aceptarte y quererte como eres,
mi madre, única y especial para mí.





viernes, 15 de enero de 2021

DESPEDIDA

 


El poemario número 17 que escribí entre noviembre del 2007 y febrero del 2008 lleva por título Tres momentos y un entonces. Se trata de un trabajo dividido en tres partes, de las cuales comparto más abajo la última de ellas.

La primera parte lleva por título Entonces sucede, la segunda Tres momentos y la tercera Despedida.

 este poemario no les resultará desconocido a quienes me hayan seguido con cierta frecuencia, ya que les he compartido algún poema del mismo.

Vamos  con esa tercera parte:

¿Cómo podría decirte, sin una palabra
Que llene con mis crepúsculos ese momento,
Cómo decirte, apenas con una mirada
Que, aunque el sol se fue, las nubes llenaron mi tiempo,
Cómo decirte, si solo queda una palabra
Que mil veces repetida nunca será un puente
En el que se encuentren, sin soslayo, dos miradas,
Cómo decirte que ya pasó nuestro presente?

***

Pasan los días
Llenos de quehaceres,
Con sus idas y venidas,
Y su luz languidece,
Y pasan los años,
Marchitos, desnudos,
Haciendo que mis quebrantos
Ahora sean tuyos. 

*** 

¿Dónde quedaron
Los inertes cabellos
Que sobre el lago
De los sueños
Me cortaron
los arrugados dedos
De los años? 

***

Con una palabra,
Una,
Medida y calibrada,
¡Una!,
Una palabra
Que no puede llenar
Una jornada
Mirando al mar,
Una palabra,
Que deja vacía
El alma,
Inerte, sin vida
Los brazos
Que ayer
Alzaron
Por última vez
El barco
Del Mediodía
Anclado
A la orilla,
Una palabra,
Su eco perdido,
Tan plana
Para el olvido
En alta mar
Como una espalda
Que se va
Siempre de espaldas…

 




lunes, 4 de enero de 2021

¡CUÁNTOS LOGROS POR ALCANZAR!

 



Ya he compartido algunos poemas dedicados a mi esposa. Lo hice primero en la entrada Tres poemas a mi esposa y luego, hace tan solo tres entradas, en Algo distinto, en el que recogía algunos temas del poemario Cuatro paisajes y otros poemas. Esta última entrada la acababa citando otros dos poemas con los que concluía ese libro que le estaban  dedicados. 

Hoy deseo terminar mi recorrido por ese poemario recordando esos dos temas. El primero, titulado  ¡cómo me gustaría! es el siguiente:

¡Cómo me gustaría
que el negro firmamento
se cuajase de flores,
porque todas tendrían
su sitio y su momento,
su aroma y sus acordes,
y la lluvia caería
l aire fresco
de frutales sabores!

¡Cómo me gustaría
que por todos los cielos
se leyese tu nombre!

El segundo, que da título a esta entrada, es ¡cuántos logros por alcanzar! y dice así:

¡Cuántas cosas yo quisiera decirte, amor,
cuántas flores están brotando esta primavera,
cuántos temas nos está cantando el ruiseñor
y cuántas esperanzas guardan turno de espera!
Decirte que te quiero sería poca cosa,
porque tus eres, amor, cuanto amor yo siento
danzando por mis venas como una mariposa,
porque eres el rojo rosal de mi sentimiento,
aromáticas espinas de mi corazón
exhalando por mis poros la sangre que clama

Y con esta entrada acabo mi recorrido por este poemario.

Don Luis de Góngora y Argote

  Dentro del siglo de Oro de la literatura española, quizás sea Góngora el más dejado de laado o incluso desconocido. la Generación del 27 l...