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lunes, 26 de octubre de 2020

MI VIEJA DEUDA CON EGIPTO (Y 2)

 


Decía en la entrada anterior que en la revista Letralia 183 publiqué el primero de los dos libros, Concierto en sol menor, dedicados a saldar mi deuda con Egipto. Dos números después, en el 185, publiqué el segundo libro de estos libros, titulado Geometría corpórea. Si el primero había salido sin ninguna dificultad, este segundo no fe menos. Ambos escritos como si de una sola obra se tratase (motivo por el cual más tarde formaron una sola unidad bajo el título de Hojas del Camino), con una estructura interior parecida pero no igual: si en aquel se seguía el modelo de un concierto, en este sus cuatro partes estaban situadas al final e iban precedidas de unos poemas introductorios, que eran Itinerario, La rosaleda, Gusto facultativo, Imagen en el espejo y Tres caminos.

Uno de esos poemas introductorios, Imagen en el espejo, ya figuraba en el primero de estos dos poemarios, debido a que le da continuidad a la idea de uno y a la acción del otro.

El poema Itinerario es temático, es decir, recoge el tema que en lo que le sigue se va a desarrollar, y, aunque puede verse en la imagen que abre esta entrada o directamente puede leerse todo el poemario en letralia 185, lo recojo a continuación:

Cuando ya más no pueda enseñarle,
que el discípulo mate a su maestro.
Como las aguas desbordan su cauce
o, a la mecha que lo sustentare,
agota el triple fuego,
que la verdad sea sometida a prueba
en el níveo crisol de la experiencia.
 
Cuando la verdad se quede pequeña,
búsquese otra nueva.
Que el discípulo haga el camino
sobre lo ya construido,
buscando y adorando
dioses de barro, de cobre y de hierro;
cuando finalmente este preparado,
vendrá un nuevo maestro,
con el que las tablas de la verdad
volverán a brillar.
Que siga así hasta que halle en su interior
el reflejo de Dios.
 
Que aquel que hallar maestro ya no procura,
entre en la noche oscura,
donde sus apetencias lisonjeras
serán puestas a prueba
y sus ideas habrá de defender
por medio de la fe.
Que el triunfador conozca a su esposa;
que sus velos descorra
cuidadoso, en el orden debido,
usando mucho mimo,
mientras que la unión se va completando,
uniendo sus dos manos.
(Itinerario, de Geometría Corpórea)

 y lo que le sigue a este poema, lo que recogen las cuatro partes principales de este poemario, es la experiencia iniciática en un templo egipcio...

 

1 comentario:

  1. Con este enlace se puede entrar en el sitio web y ver el poemario completo:
    https://letralia.com/185/letras04.htm

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